I
Dejar secar cada miedo
y sentirse lento
con el gozo de ser nadie
saboreando aire.
Y entonces cada pájaro
será toda la música.
Y entonces cada bala
aparecerá sin eco.
Dejar secar este valle
hasta que sea desierto
oscuro y sin sangre
como el miedo.
Y entonces cada pájaro
huirá de la sequía
armando un oasis
con cada sonido.
II
Sin soledad en Macondo
en la extinta primavera
de ningún valle
de ninguna Medellín.
El mundo se acabó
y la vida persiste:
Empieza a diario y muere a diario.
No se ve el futuro
de este valle intermedio
reposo del abismo
oasis de la fuga.
Abarca los mundos
fuera de los meses
pero que nunca olvida
el día como evidencia
del mundo.
III
Hablar del futuro
en esta Metellinum fantasma
es soñar lo nuevo
sin llegar a crearlo.
Hablar de progreso
en esta máquina audiovisual
es programarnos
para nunca operar.
Una respuesta poética
una grieta etérea
un sonido que desvía
una imagen que sustituye.
Donde no se necesita
de argumentos o anarquías
y en vez de sobrevivir
se flota.