Sobre el desarrollo de la idea Neoliberal en Colombia

/
Foto de Juan M. Miranda

Como recordarán, en los últimos meses el país se ha venido implosionando de hechos perplejos y ambivalentes que anuncian, desde todos los ángulos, el recrudecimiento de la violencia, y la reconfiguración del mapa de una guerra que parece acechar y cazar una paz anhelada. Paralelo a la violencia ascendente, el trabajo arduo entre comunidades, medios de comunicación, movilizaciones sociales e instituciones como la JEP, el Centro Nacional de Memoria Histórica, entre otras, vienen siendo un frente de resistencia civil sin  precedentes para el país.  

Es notable cómo se han incrementado los niveles de movilización social en Colombia  luego de la firma de los Acuerdos de Paz en el 2016. Sin embargo, el panorama que abarca la esperanza del desarrollo social y la armonía nacional también contiene caudales de violencia sin precedente. Según Indepaz, desde la firma de las acuerdos por lo menos van 750 líderes sociales asesinados.

Uno de los efectos contundentes después de la firmas de los acuerdos de paz,  es que en Colombia la historia de las relaciones bélicas no ha sido la de un sociedad dividida  en extremos, sino más bien, la de una sociedad representada en extremos, y que la raíz de sus conflictos no son un asunto de fuerzas militares bilaterales (FARC- Estado), sino de fragmentarios y pluridimensionales órdenes de soberanía en disputa, que se van degradando en la medida en que más se alejan de cualquier principio de la constitución de la república, hasta atentar contra los principios fundamentales de los derechos humanos.

Parte del esfuerzo investigativo de esta reflexión está inspirado por el informe de la comisión histórica del conflicto y sus víctimas, y el Acuerdo Final para terminar la guerra.  Como producto de los diálogos de paz realizados en la Habana, Cuba, entre el Gobierno del Estado Colombiano y las Farc, fue que pudo al fin decirse que:  

“El fin del conflicto supondrá la apertura de un nuevo capítulo de nuestra historia. Se trata de dar inicio a una fase de transición que contribuya a una mayor integración de nuestros territorios, una mayor inclusión social -en especial de quienes han vivido al margen del desarrollo y  han padecido el conflicto- y a fortalecer nuestra democracia para que se despliegue en todo el territorio nacional y asegure que los conflictos sociales se tramiten por las vías institucionales, con plenas garantías para quienes participen en política. Se  trata de construir una paz estable y duradera, con la participación de todos los colombianos y colombianas.”

Acuerdo Final Farc-Ep – Gobierno de Colombia. 2016

Fueron decisivos seis puntos de vista argumentados, seis columnas sobre las cuales se debe construir la paz, pero podría decirse también, que construir esas mismas simientes de alguna manera coincide en que agrava el conflicto armado y social colombiano.

La guerra en Colombia tiene un dimensión objetiva, estructural y material de la guerra, y una narrativa histórica y cultural que ha justificado el conflicto en su cotidianidad hasta el punto de naturalizar un Estado de Guerra efectivo, paralelo al Estado Social de Derecho aspirado. Los mayores efectos de tal impacto sobre el territorio han abarcado  la pobreza y la inequidad extrema, la lucha sangrienta y la aparición de múltiples actores armados (guerrillas, paramilitares, narcotraficantes, policías, ejércitos, sicarios y mercenarios, bandas criminales, etc.), un largo y doloroso historial de muertes, secuestros, desplazamientos y desapariciones forzadas, la impunidad de los derechos humanos básicos y la degradación de patrimonios culturales, el desmesurado subdesarrollo socio-económico paralelo a la sobre-explotación de la tierra, las minas, el agua y el campo, y por último, una herencia de regímenes políticos recrudecidos por la apatía del consenso general y la hegemonía  de funcionarios corruptos perpetuados en el poder. 

Los Acuerdos de Paz

Los seis puntos centrales pactados en el Acuerdo establecieron una agenda de desarrollo nacional que pueden sintetizarse en:

1) Reforma Rural Integral (RRI), que  busca sentar las bases para la transformación del campo, crear condiciones de bienestar para la población rural y, de esa manera, contribuir a la no repetición del conflicto y a la construcción de una paz estable y duradera.

  • Está centrada en el bienestar de las y los habitantes del campo, las comunidades campesinas y grupos étnicos.
  • Apunta a fortalecer la presencia del Estado en el territorio, integrar las regiones, cerrar la brecha entre el campo y la ciudad, fomentar la producción agrícola, proteger el medio ambiente y asegurar progresivamente el derecho a la alimentación.
  • Concibe el territorio como un escenario diverso en el que las comunidades juegan un papel protagónico.
  • La RRI es de aplicación universal; es decir, cobija a la totalidad de las zonas rurales del país. Su ejecución prioriza las zonas de mayor grado de afectación del conflicto, mayores niveles de pobreza, debilidad institucional y presencia de cultivos de uso ilícito y otras economías ilegales.

2) Participación política, apertura democrática para construir la paz: con el fin de fortalecer el pluralismo y, por tanto, la representación de las diferentes visiones e intereses de la sociedad, de promover y fortalecer la participación ciudadana en los asuntos de interés público y de proscribir la violencia como método de acción política.

3) Fin del conflicto, acuerdo sobre el cese al fuego y de hostilidades  bilateral y definitivo (CFHBD) y dejación de armas (DA:) El acuerdo de CFHBD tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre la Fuerza Pública y las FARC-EP, las hostilidades y cualquier acción prevista en las Reglas que Rigen el CFHBD, incluyendo la afectación a la población.

4) Solución al problema de las drogas ilícitas: el Gobierno Nacional se compromete a poner en marcha las políticas y programas mencionados y a intensificar la lucha contra la corrupción asociada al narcotráfico; por su parte, las FARC-EP se comprometen a contribuir de manera efectiva, con la mayor determinación y mediante acciones prácticas, con la solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, y en un escenario de fin del conflicto, de poner fin a cualquier relación, que en función de la rebelión, se hubiese presentado con este fenómeno.

5) Acuerdo sobre las víctimas del conflicto, sistema integral de Verdad, Justicia y No Repetición:  Es un sistema compuesto por diferentes mecanismos judiciales y extrajudiciales cuyos  objetivos son:

  • Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición: Es un mecanismo imparcial e independiente, de carácter transitorio y extra-judicial, y con enfoque territorial, que buscará contribuir a la satisfacción del derecho de las víctimas y de la sociedad en su conjunto a la verdad.
  • Unidad especial para la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado.
  • Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)
  • Medidas de reparación integral para la construcción de la paz: compromiso social e institucional con la promoción, el respeto y la garantía de los derechos humanos:

6)  Implementación, verificación y refrendación: describe el sistema que se crea para hacerle seguimiento al proceso de Paz, integrada por diferentes comisiones de seguimiento y verificación, mecanismos y acompañamiento internacional. 

La Cuestión Corporativista

Puede uno decir con toda certeza que han sido muchas las generaciones de colombianos que han convivido en medio de la guerra y la imposibilidad de su pacificación. Es menester tratar de apuntar a la génesis del conflicto en Colombia, para que a partir de sus secuelas presentes puedan desarrollarse ideas y reflexiones lo bastante apropiadas para focalizar y delimitar su matriz vital más íntima, es decir, su núcleo originario, y así poder acceder a rutas de acción contundentes en virtud de la paz social.

Sin embargo, dichas pesquisas desembocan en una operación rizomática, plural y multifacética en el tiempo. Puede afirmarse con plena seguridad que la actual guerra en Colombia (así como en Siria, Afganistán, Sudán del Sur, etc.) se encuentra directamente afectada por un entramado de regiones y subregiones, de países y gobiernos, que han modelado sistemas económicos y sociopolíticos transnacionales, cuya gobernabilidad supera las fronteras de los Estados y que han sido antecedentes incuestionables para el surgimiento de guerras civiles armadas a lo largo del planeta. 

Dichas fuerzas transnacionales o corporativistas, son indispensables para comprender el por qué se producen diversos límites, tanto económicos como sociales, y que han operado a través de la historia como un cerco (o un «Muro» para ponerlo en términos literales) de posibilidades y acciones sociales, y que han condicionado y monopolizado los medios de producción económica y de capitalización humana suficientes para obtener los recursos adecuados para el desarrollo de Estados Sociales de Derecho.

Desde ese punto, el Profesor Ortega Riquelme alude a qué clase de organización socio-política ha condicionado el mapa estructural del funcionamiento de los países que están en vías de desarrollo hacia un Capital Avanzado:

 “Como teoría sobre la organización de los grupos de interés, el pluralismo considero sumamente importante el análisis del papel de la sociedad en la determinación de las políticas públicas en las democracias liberales. Los pluralistas describieron al gobiemo democrático como aquel actor imparcial que diseña políticas que son el resultado de la presión ejercida por los diversos grupos de la sociedad. Es decir, el Estado como una arena en donde se neutraliza el conflicto entre los diferentes intereses de la sociedad. En este sentido, los pluralistas adoptaron el modelo liberal de libre competencia en los mercados para explicar la relación entre inputs-outputs (insumos-productos) en el proceso de formulación de las políticas públicas de los gobiernos. Según esta teoría del equilibrio, el poder y el control del poder político están compartidos y ampliamente distribuidos. El pluralismo acepta la noción de Estado en tanto que está controlado por los distintos grupos de la sociedad. Existe, pues, un equilibrio del poder.”

Ortega Riquelme, Juan Manuel. Sobre el desarrollo de la  teoría del neocorporativismo.

El «Consenso de Washington»

Esto, nos sirve de antesala teórica para retomar un hito central para el desarrollo de la historia sociopolítica de Colombia: la aparición del modelo neoliberal para América latina por parte de los Estados Unidos. Sus ideas fundamentales están consignadas en lo que se conoce como el famoso «Consenso de Washington», agenda política trazada por el gobierno del entonces presidente electo George H.W Bush. Tal consenso fue producto de una reunión que tuvo los EE.UU con los diferentes gobiernos de América Latina de aquel entonces en torno al pago de la deuda externa y el déficit monetario internacional que esto representaba. 

El Consenso de Washington fue un documento formulado en 1989 por el economista John Williamson,  respaldado y aprobado por el FMI (Fondo Monetario Internacional), el BIRF (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, conocido en la actualidad como el Banco Mundial) y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, las tres instituciones con sede en Washington.  Su enfoque central radica en 10 lineamientos que orientaron a los países latinos en vías de desarrollo hacia un mercado de comercio exterior por encima de economías locales y la formulación de sistemas financieros concentrados en priorizar el pago de la deuda externa y reducir los costos de inversión  e intervención social. Las consecuencias inmediatas, implica adoptar un modelo Neoliberal cuya premisa central radica en la división entre Estado y Mercado, pues el primero no deberá intervenir en los asuntos del otro. 

Los 10 lineamientos del consenso De Washington:

  1. Disciplina en la política fiscal: enfocándose en evitar grandes déficits fiscales en relación con el Producto interno Bruto y mayor optimización del pago de Deuda Externa.
  2. Redirección del gasto público: reducir subsidios públicos y fomentar la inversión privada   en servicios como la educación, la salud y la infraestructura.
  3. Reforma Tributaria: ampliando la base tributaria en todos los productos del mercado.
  4. Tasas de interés: condicionadas por el mercado y no por el Estado.
  5. Tipos de cambio competitivos en el valor de la moneda.
  6. Liberalización del comercio: liberación de las importaciones, con un particular énfasis en la eliminación de las restricciones cuantitativas (licencias, etc.); evitar la protección comercial de productores medianos y pequeños mediante una cuota arancelaria relativamente uniforme a las grandes industrias.
  7. Liberalización de las barreras a la inversión extranjera directa.
  8. Privatización de las empresas estatales.
  9. Desregulación: abolición de regulaciones que impidan acceso al mercado de empresas inversoras a gran escala. No puede restringirse la competencia de mercado.
  10. Seguridad jurídica para los derechos de propiedad de empresas.

Según varios analistas, la extrema debilitación de los Estados Latinos (consecuencia de conflictos sociales y armados, además de la débil modernización del capital productivo) fue un factor decisivo -o una estrategia económica de los EE.UU- para la entrada vertiginosa de  mercados internacionales ampliamente competitivos, que en muy poco tiempo lograron la privatización de grandes porciones de tierra, de materias primas y de instituciones, logrando alinear la producción de capital de los estados latinos a su hegemonía monetaria neoliberal: 

“Theodore J. Lowi problematiza las nociones tradicionales del pluralismo. Lowi considera que lo que en su momento fue solo una serie de hipótesis sobre la conducta de los grupos organizados y el gobierno estadunidense, se convirtió repentinamente en una ideología de cómo deben funcionar los gobiernos. Esta ideología es la de un sistema liberal de grupos de interés o interest-group liberalism, la cual asume que todos los intereses organizados son homogéneos; que son relativamente fáciles de determinar; que representan a todos los grupos de la sociedad y a todas las esferas de nuestras vidas, y que la función de un gobierno es dar cabida y acceso a los mejor organizados (…) El problema principal con el supuesto pluralista fue que no tomó en cuenta que «Distintos arreglos institucionales, en políticas públicas, burocracias, políticas burocráticas, en tradiciones nacionales y culturas políticas, podrían afectar la forma en que se representaban los intereses.” 

Ortega Riquelme, Juan Manuel. Sobre el desarrollo de la  teoría del neocorporativismo.

Fue así como poco tiempo después del consenso, la no regulación de las actividades privatizadoras del mercado sucumbió a las dinámicas del mercado más poderoso hasta entonces: el anglosajón.  En conclusión, el neoliberalismo propugna desde un principio reducir cualquier clase de compromiso entre el mercado y las diferentes demandas sociales de las comunidades, preocupándose menos por disminuir las desigualdades sociales y centrándose en generar dinámicas de producción óptimas para la expansión de mercados de bienes y servicios.  

En el mismo año de 1989, también se da la caída del muro de Berlín. Hacía ya varios años que el socialismo como sistema económico iba fracturandose progresivamente hasta llegar al completo abandono de sus consignas básicas. En aquel momento múltiples círculos económicos se dieron a la tarea de globalizar una serie de políticas económicas que constituyen un «paradigma inquebrantable» para la triunfadora economía capitalista que prevalecía frente a los ideales «muertos» del comunismo. Los gobiernos de países en vías desarrollo corrieron a resguardarse en los lineamientos de organismos internacionales mientras que a su vez la desigualdad se recrudece en las regiones no modernizadas:

“Lehmbruch llama a este tipo de arreglo institucional, «concertación corporativista», la cual tiene dos esencias fundamentales: «i) involucra no sólo a un grupo de intereses organizados con acceso privilegiado al gobierno, sino a una pluralidad de organizaciones que comúnmente representan intereses antagónicos, y ii) estas organizaciones administran sus conflictos y coordinan su acción con la del propio gobierno especialmente de acuerdo con los requerimientos sistémicos de la economía nacional (…) Durante su historia, el análisis del neocorporativismo ha sufrido diversas críticas. Las principales críticas al modelo teórico giran alrededor de dos preocupaciones básicas no planteadas por quienes desarrollaron dicha teoría: el problema de la democracia y la estabilidad de dicho sistema de representación de intereses.”

Ortega Riquelme, Juan Manuel. Sobre el desarrollo de la  teoría del neocorporativismo.

Para América Latina, esto implicó acoplarse y acatar las medidas que se estipulan dentro de la actual agenda internacional.  Tal agenda, hoy en día vigente, abarca cuatro puntos fundamentales:

  1. La lucha contra el terrorismo, en donde gran parte de la oposición de ideas y acciones de izquierda fueron a parar.
  2. El control sobre las migraciones de miles de personas de países en quiebra a países desarrollados.
  3. La priorización de modernizar los sistemas de producción masivos por encima de las economías primarias (agricultura, minería, artesanos).
  4. La disputa entre liberación económica vs proteccionismo. 

Por aquel entonces en que el Dólar se universaliza en los diferentes continentes, los grupos de izquierda y las guerrillas socialistas pasaron a ser definidos como actores terroristas, cazados sistemáticamente por los gobiernos en alianza con los EE. UU. A su vez, los países latinos seguían siendo una tierra en venta al mejor postor: las transnacionales invadieron los rincones de todo el Sur (Chiquita brands, Drummond, Dole, etc.).  Colombia corrió con la misma suerte, puesto que los lineamientos internacionales le provocaron la quiebra inminente de la industria nacional, la privatización de instituciones públicas de salud, movilidad y educación, el deterioro de la institucionalidad del Estado: un estancamiento en una guerra sin posibilidad de solución entre ideologías socialismo y capitalismo.  Mientras varios grupos alzados en armas fueron abatidos por grupos militares y paramilitares, como lo fue el exterminio de la UP, la competencia de los monopolios norteamericanos continuó su ascenso comercial, provocando una ruptura irreparable para el tejido social de la nación.

Estas acciones internacionales, entre varias aristas que agudizan y particularizan el problema del conflicto en Colombia, se encuentran directamente relacionadas con su modelo económico de producción industrial y agraria. Bien es sabido que una nación que no sabe administrar armoniosamente su riqueza se condena así misma a la desigualdad y al subdesarrollo de su fuerza de desarrollo económica: 

“El corporativismo liberal tiende a asumir como dada la armonía social que existe dentro del concepto de «interés público» que se ubica en toda negociación corporativista. No se cuestiona cuáles son los intereses de clase verdaderamente representados en estos arreglos institucionales. Se ignora, pues, a cuáles intereses sirve el corporativismo. En segundo lugar, hay una tendencia a asumir que las organizaciones sindicales y las organizaciones empresariales tienen el mismo poder y que negocian en igualdad de fuerzas. No se toman en cuenta las diferencias de poder politico y economico entre estos dos grupos.”

Ortega Riquelme, Juan Manuel. Sobre el desarrollo de la  teoría del neocorporativismo.

Tres movimientos internacionales fueron de importantísima relevancia a finales de los años 90, que configuraron, hasta el día de hoy, el modelo neoliberal que cada país suramericano ha ido adaptando a sus dinámicas internas: 

  1. En la cumbre de las américas de 1994, lideró Norteamérica el ajuste fiscal conocido como ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), que, tras ser frustrada finalmente por la oposición vehemente del Brasil, lleva a EE. UU a buscar mecanismos más particulares como el TLC (Tratado de Libre Comercio) para acordar contratos económicos bilaterales entre cada país particular. 
  2. Durante el mismo año de 1994, no obstante, se firma el tratado NAFTA (North American Free Trade Agreement), y se expande el modelo neoliberal en el norte del continente a una zona de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México. Desde allí, comienzan las relaciones bilaterales con el sur y el centro del continente.
  3. Colombia firma en 1999 con estados unidos el Plan Colombia, destinado a financiar la lucha antiterrorista y narcótica, la modernización del ejército y la erradicación de cultivos ilícitos.

Desde el Plan Colombia del 99, el paramilitarismo, el despojo de tierras, las fumigaciones con glifosato, el deterioro y abandono del campo, la intervención militar y legislativa de los estados unidos, han provocado una agudización de la crisis social armada en Colombia. Para el 2002, se lleva a cabo la intervención militar en un centro urbano conocido como Operación Orión. Para el 2003, las AUC se desmovilizaron. Para el 2008 se conoce el caso de los Falsos Positivos. Para el 2009 se firma un acuerdo militar entre EE.UU. y Colombia que le permiten 7 bases militares sobre el territorio colombiano. Para el 2010 Colombia daña sus relaciones diplomáticas con Venezuela y Ecuador, sus dos fronteras inmediatas. Para el 2012, firma oficialmente el TLC el gobierno de Colombia con los Estados Unidos, a su vez, se inician los Diálogos de Paz en la Habana. Para el 2016 se firma en Bogotá el Acuerdo de Paz entre el gobierno y las FARC-EP, sin embargo, en el plebiscito por la paz gana el NO.  Entre marzo de 2018 hasta febrero de 2019, han sido asesinados en el país 162 líderes sociales, en su mayoría, población campesina e indígena. 

https://www.youtube.com/watch?v=SebxNCLKdKI

La verdadera cuestión del Estado Colombiano

Mientras la confrontación interna de ejércitos se visibiliza por sus actos de guerra, el financiamiento de sus estructuras son estrategias que ofertan muy bien a las demandas globales del mercado: tierras, minas, petróleo, maderas, coca, armas, personas, etc. Siendo así las cosas, queda por dejar una cuestión abierta al lector: ¿El capitalismo globalizado debe aprender a diferenciarse según sus contextos regionales y sociales, o debe aspirar a competir abiertamente con el gigante anglosajón? ¿Qué consecuencias socioculturales ha tenido el tratado de libre comercio sobre la industria Colombia? ¿Qué empresas han financiado ejércitos privados dentro del territorio colombiano? ¿Cuáles son fallas propias de nuestras formas económicas y cuáles son las impuestas? ¿En verdad la industria internacional estimula el desarrollo de las diferentes comunidades urbanas y rurales en Colombia? ¿Qué tan equilibrado es nuestro sistema financiero en relación a nuestras formas de producción económica? ¿Cuáles son las víctimas directas del monopolio territorial de las multinacionales?  ¿Qué tan equitativa es la relación entre la venta y la explotación de la tierra con el ingreso obtenido para financiar el supuesto subdesarrollo? ¿De qué formas la idea neoliberal ha condicionado el rumbo de las decisiones políticas en Colombia y han recrudecido un trauma en todo el tejido social? ¿Cómo puede hacer frente el pequeño productor artesanal a la producción masiva de la industria norteamericana? 

Una radiografía exacta que responde a la última pregunta se expone en el reportaje «Documental 9-70» de Victoria Solano:



Juan Camilo Tamayo

Abstracto, alien, melómano
/ /TheLandOfNowhereSpace/ /