Zábaz, integrante de La Ciudad Maldita, grupo de rap envigadeño, presentó en diciembre de 2018 su album debut en solitario Funkdealer, que consta de 8 canciones que transmiten diferentes sensaciones o estados de ánimo, a partir de variaciones en la velocidad y en los sonidos sampleados, y que en conjunto presenta una síntesis de su experiencia de vida en la ciudad, construido con los aprendizajes, preguntas, pensamientos y personas que atraviesan su cuerpo, su hábitat inmenso, y que mediante una relación armónica entre bases y rimas expresan, de manera genuina y particular, una crítica social a través de la búsqueda existencial. El rapero parece haber tenido tan clara la intención del album que incluyó allí cuatro de las intrumentales sobre las cuales cantó y un interludio de una conversación que grabó, lo que brinda la posibilidad de apreciar que el sentido no solo está en las letras sino también en las bases y en su cotidianidad.
CINEMA INTROSPECTO
«Se lo voy a contar al espejo».
Las palabras causan estragos en todos pero no todos causan estragos con las palabras. Estason problemáticas porque confunden, porque su uso excesivo ha difuminado los significados y los ha dejado en el terreno de lo que se asume comprendido. Hay que luchar contra la ilusión de la comprensión, del conocimiento, porque, como ya se ha dicho muchas veces, las cosas no son lo que parecen y, si es así, tampoco nadie es lo que cree ser. Entonces la lucha no solo es externa, contra aquellos imaginarios culturales que responden a intereses particulares, sino también contra sí mismos. Y cuando se lucha contra uno mismo lo que se combate es precisamente esa ilusión de ser algo, trampa que nos lleva al propio encierro físico, moral, relacional y simbólico. Y si la cárcel que nos imponen y nos imponemos está hecha con palabras, también con palabras se construye la salida, palabras que no están dirigidas al mundo sino a uno mismo, por lo cual, la salida parece más un túnel que una puerta: túnel introspectivo que lleva a la caverna donde, como en cine, se reflejan las sombras.
SPEAK SLOW
«Señor, por favor date tu tiempo,
del afán quedan rayones y rayones muchos tengo».
Del túnel se sale al mundo de nuevo, para renombrarlo, para encontrar los síntomas que antes pasaban desapercibidos, para resistir creando. Porque, tras haber visto la sombra de la sombra y saber que no se sabe nada de lo que se sabe, se aprendío que los días son iguales solo si lo pretendes. Se habla lento porque se ignoran un sin fin de implicaciones cuando la propia certeza es suficiente, cuando se confunde lo real con el propio mundo, porque aquí no hay verdad absoluta. Se habla lento también para no volverse verdugo de sí mismo, poniendo fronteras a la propia percepción, impidiéndose a sí mismo actuar de tal o cual manera, quitándose la posiblidad de sumergirse en el pantano, que, quizás, podría convertirse en oasis. Se habla lento para vivir intensamente el presente.
DERECHO A MALINTERPRETARSE
«Le pregunté a la vida ¿qué soy?
-dijo no sé- y ya no lo quiero saber».
Si se disfruta del presente la vida se vuelve más liviana. No se sabe si es más pesado el pasado o el futuro, el juicio del que fui o del que seré (tengo-que-ser). El presente siempre es coherente consigo mismo porque solo así se está siempre predispuesto al cambio, a la transformación. Nunca se es el mismo ningún día y por eso es posible decir que las cosas podrían ser diferentes o que ya no se quiere algo. Vivimos de momentos. Malinterpretarse es poder cambiar la creencia de lo que se es, tener la conciencia de que nunca se conoce nada completamente. Es vivir aceptando el error, la imposibilidad, la finitud y la muerte. Por eso dan pavor los días en que todo sale bien, pues es necesario el dolor, algún mal olor, algún empujón…
TODOS VAMOS CAYENDO
«Ayer no había futuro y hoy no sé qué decir:
el tiempo es como un juego ruin sin inicio y sin fin»
El presente no es cómodo ni esperanzador, pero eso no implica que no tenga sentido vivirlo. La posibilidad de transformación le da sentido y por eso se hace rap, para vivir de otras maneras, para habitar otros mundos que permitan habitar este en el que se le teme a la muerte. Si la vida me enseña de que nada es para siempre, ya no me siento vacío soy omnipotente. Si todos estamos cayendo todo intento por evitar el aterrizaje es en vano. Lo que queda es decidir de qué manera caer.
LA CITY DEL USURE, DEL AZARE Y LOS PRETEXTOS
«Expertos rascándose el mentón,
médicos enfermos
y abogados maritales en el centro».
No se puede pensar el rap sin la ciudad y no puede pensarse la ciudad sin los que viven en ella. Esta es movimiento, mezcla de tiempos, conjunción de creencias y costumbres, lucha de poderes, presiones y resistencias, vida y muerte, elementos todos que atraviesan los cuerpos allí presentes. Y si se mueve es porque la ciudad no es, está siendo. Todos los que la habitamos participamos en su configuración, mientras que esta nos va configurando a su vez: la ciudad habla de sus habitantes y sus habitantes hablamos de ella. En este caso, Medellín, convencida de que es la eterna primavera, está llena de gentes que pretenden eternizar una añoranza del pasado y vivir de una promesa de futuro que está ya merecido; que pretenden ser lo que fueron y serán. Es la ciudad de las apariencias, los afanes y las hipocresías. La ciudad que siempre quiere ser la misma. La ciudad de los que se azaran tanto con el tiempo que se operan los segundos y esconden cada tormento, o canas, como le llaman. Frente a esta realidad, se responde con la espontaneidad del sonido y la rima que surge mientras se saca la basura, con la certeza del presente fugaz, en un constante repensarse, con el carácter para decir no: resistencia existencial a través del rap.
FUNKDEALEAR ES UN HÁBITAT INMENSO.