Digitalizar la escucha
Jorge Haro abre una cuestión transversal en la pregunta por la tecnología y la consideración de la escucha en términos de sus posibilidades digitales. En su masterclass ahonda en las actuales formas tecnológicas para apropiarse del sonido digitalmente, de paso permitiéndolo en diálogo con la manifestación visual, en su caso representada con creces en su concierto audiovisual, donde la geometría, la luz y el sonido dialogan para expresar las posibilidades del auditum en una suerte de consideración sinestésica de la sonoridad misma, esto es, lo escuchado estudiado en sus posibilidades de intercambio con otros sentidos, aquí en los bits, en la retina, en la geometría o la posibilidad del ritmo como agente de una arquitectura que aunque efímera en el tiempo, perdura en la memoria como un ejemplo de eso que Haro nos enseñó en el teatro del MAMM: «La mejor tecnología que podemos tener es nuestra escucha.»
Señales
Victor Mazón emplea dos de sus dispositivos Signum encargados de recoger diversas señales que habitan las esferas invisibles del espacio físico. A estas raras y pequeñas criaturas las acompaña un rack modular que construirá una textura capaz de hipnotizar a los asistentes a tal punto de hacerlos elevar en la sonoridad para quedar suspendido en su ausencia, sometidos al desprendimiento silencioso de una composición que se arma de forma ascendiente, revelando la masa sónica no solo en sus estratos acústicos más envolventes, sino también en su conexión directa con los procesos de la vibración, de tal forma que la luz, los objetos, las ondas electromagnéticas, las señales terrestres, o extraterrestres, se encargan de traer al valle un código directo que solo entenderán en totalidad quienes fueron invadidos por tan magistral entrega de ruido.
Hacer Radio
Plaza Botero, viernes 20 de Julio, día de la «independencia». Decenas de radios situados en el parque, donde se reproducen las señales de tres artistas acostumbrados a la exploración nocturna, pero esta vez reunidos bajo el sol que acoge el extraño formato del concierto, que sucede en campos electromagnéticos y se traduce a eventos acústicos, a través de una radio capaz de abarcar una manzana entera y con la posibilidad de sintonizarse desde cualquier dispositivo capaz de FM.
Medellín multi-dimensional
La idea de la multi-dimensionalidad del auditum se aplica perfectamente a eso que France Jobin tanto nos recalca por estos días: hay que atender a la ciudad en su multi-dimensionalidad, en el reconocimiento del constante contraste de capas y rutas, de posibilidades de avance o reversa, de espacios muertos, de círculos viciosos o rutas alternas. El auditum abre una pregunta permanente por todo aquello que se recibe en cualquier campo o dimensión de nuestra experiencia de la percepción. No se trata simplemente de recibir sonidos, sino de encontrar en la sonoridad misma el encuentro de múltiples formas de lo real, de dimensiones que no necesariamente serán sonoras sino que vendrán contenidas en lo sonoro.
De esta forma la memoria sónica, la imaginación sónica y la capacidad de emplear el sonido para revelar, transformar o considerar la realidad, se convierten en estrategias de acción colectiva que permiten al mismo tiempo una apertura individual. De hecho es en tanto se abre la escucha de cada persona como se logra aprender a considerar las posibilidades de la resonancia, esto es, del auditum entendido como conocimiento mutuo, como episteme, como espacio para considerar una nueva posibilidad de las cosas, un mundo aculógico, si empleamos los términos de Chion.